Parque Leonardo Ruíz Pineda bajo amenaza. Vecinos de Caricuao se movilizan en su defensa.

Por: Erick Camargo (Corresponsal OEP)

Para Observatorio de Ecología Política de Venezuela

Este viernes 13 de septiembre, vecinos de Caricuao, la parroquia ecológica de Venezuela, se movilizaron en defensa del Parque Leonardo Ruíz Pineda. Por el sector CC2 se reunieron los vecinos, en la entrada que se encuentra allí del parque, la cual está bloqueada por un portón por cuestiones de seguridad. Allí los vecinos denunciaban sobre un grupo de 50 personas, que se autodenominan “colectivos”, que han violentado el portón del parque, suben a este en las noches, tumban árboles, eliminan la vegetación de varias áreas del mismo, realizan sancochos, fogatas y prácticas de tiro. Denuncian además que sin el portón el parque suele ser nido de criminales, en dónde se han cometido violaciones, asesinatos y se han dejado vehículos robados.

También se dice que este grupo de personas denominados “colectivos”, aspiran a desarrollar un proyecto de cochinera en los espacios del parque, dónde “se localicen más de 1.000 cochinos” denunció Luisiana Caicedo, vecina de Ruiz Pineda.

Entre los vecinos encontramos al biólogo Leomar González el cual tomaba fotografías en todo el parque para realizar un proyecto para el parque, “necesitamos que INPARQUES desarrolle un PORU para el parque y así determinar el uso de cada área, dónde se desmalezará, dónde no se permitirá la visita de personas y dónde se podrán realizar desarrollos recreacionales; es necesario para evitar la construcción de la cochinera”, afirmó el joven biólogo.

González también afirmó poseer una copia del Plan Maestro del Ministerio de Desarrollo Urbano, creado en su momento cuando se decretó el parque en los años 80s. “Este plan debe ser el orientador principal para disponer de los terrenos del parque y como deben organizarse”, dijo.

Varios vecinos denuncian la migración de la fauna autóctona del parque, afirman que ya no se ven los venados que eran muy comunes, tampoco se escuchan cantar las guacharacas, y a los edificios se están metiendo culebras y otros animales de menor tamaño en búsqueda de refugio por los desmontes.

Mientras subimos la montaña, tomando fotos y observando como el parque es afectado, así como los primeros corrales improvisados, la presencia de ovejas y bosta de vacas, se aparecieron dos personas a nombre del grupo “colectivo” en una moto. El principal de estos, Carlos Argenis Díaz Rojas, vecino de la localidad, quien prefirió hablar con sus vecinos para atender sus inquietudes, afirmó “este proyecto va porque va, el Presidente Maduro nos ordenó desarrollar la agricultura urbana y este parque debe convertirse en un centro de producción”, afirmó, además aseveró que “el proyecto se consultó y aprobó en la comuna, la comuna está por encima de todo y es la organización básica del Estado según la Constitución”.

En respuesta los vecinos replicaron leyendo el artículo 168 de la CRBV en la cual afirma que son el municipio y no las comunas quienes son la organización primaria de la República. Además alegaron que ellos como vecinos, miembros de la localidad no estaban enterados de dicha consulta. Carlos Díaz invitó a los manifestantes a participar de una reunión, a lo cual los vecinos contrapropusieron que se diese una asamblea de vecinos con invitación abierta.

Sin embargo, fue negativa la respuesta, pues asegura que ya todos los vecinos deben estar informados y no se puede abrir otro proceso de consulta. Informó además el Sr. Díaz que el país se encuentra en “alerta naranja” por la situación fronteriza y que eso “permite al Ejecutivo disponer de ordenar lo conveniente para la defensa de la soberanía y la patria, y que si un parque es necesario convertirse en zona de producción para alimentos, así debía ser”, señaló Díaz.

Los ánimos se caldearon un poco, pero entre los manifestantes se encontraban familiares del Carlos Díaz, por lo cual se prefirió dejar la discusión hasta ese punto y se retiró, volviendo a invitar a los vecinos a una reunión en su despacho. Luisana Caicedo afirmó que “no queremos ir a esas reuniones, nos toman fotos y con las firmas de la asistencia alegan que la comunidad aprueba sus planes cuando no es así”.

Al final, bajamos nuevamente, en dónde los ánimos volvían a elevarse, pero esta vez con ánimos de continuar en la defensa del parque y anunciaron los vecinos próximas actividades, así como la planificación de talleres y asambleas para informar a la comunidad de Caracas sobre el riesgo que existe con los parques de Caricuao.

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Erick Camargo

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