Masacre a comunidad pemón en Ikabarú producto de la guerra del oro en Venezuela

Como parte de nuestras #AlertasOEP reproducimos de manera íntegra el reporte de la Revista SIC del Centro Gumilla, en el que la investigadora Minerva Vitti Rodríguez expone los trágicos eventos acontecidos el 22 de noviembre en el poblado de Ikabarú, al sur de Venezuela, uno de los bloques especiales de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, que cobraron la vida de al menos tres integrantes de la comunidad pemón en ese poblado como producto de la guerra del oro desatada por el avance del extractivismo y la minería en la región.

El Ministero Público confirmó el día 24 de noviembre la muerte de seis personas en la masacre de Ikabarú que habría ocurrido a las 9pm. Las víctimas fueron identificadas como Antonio José Perera Flores, de 46 años y sargento retirado de la Guardia Nacional (GN), Máximo Jeremy Muñoz Solano,de 17 años, alias Coquito; Luis Alejandro Fernández Gómez, de 28 años, Richard Antonio Rodríguez Galvis, de 30 años y quien se desempeñaba como vigilante; Eslie Ezequiel Basanta, de 33 años, y Edison Ramón Soto Suárez,de 46 años, alías el Vaquiro.

 

Revista SIC

Minerva Vitti Rodríguez

Con información de representantes del pueblo Pemón

Una nueva masacre se está perpetrando al sur de  Venezuela, específicamente en el poblado de Ikabarú, uno de los bloques especiales de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Los indígenas denuncian que no se trata de una “pelea entre bandas” sino del modelo extractivista minero, promovido desde el gobierno, que se expande por todo el país y que en el estado Bolívar tiene su punta de lanza con la minería aurífera

En la foto se aprecia uno de los cadáveres tapados con una sábana blanca. La imagen fue enviada por la comunidad de Ikabarú.

“22 de noviembre de 2019. 10:40pm: Hay una matazón en Ikabarú”, este fue el mensaje que recibió uno de los informantes cuya identidad queda resguardada para los efectos de esta nota. En horas de la mañana de este sábado se confirmó que la masacre ocurrió entre  las 7 y 7:30 pm del viernes 22 de noviembre de 2019 cuando ingresó un grupo armado a la comunidad de Ikabarú y comenzó a disparar.

Ikabarú es una comunidad mixta, indígena y no indígena, ubicada en el municipio Gran Sabana, del estado Bolívar, al sur de Venezuela; forma parte del sector pemón N° 7, tiene una población de 2.500 personas y desde hace varios años parte de su actividad económica se basa en la minería aurífera.

En el mapa se señala donde queda ubicada la comunidad de Ikabarú. Como se puede apreciar está en la frontera con Brasil. Foto: Google Maps

En 2016, Ikabarú fue nombrada como bloque especial dentro de las áreas que forman parte de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, decreto 2.248 del 24 de febrero de 2016, un proyecto promovido desde el Ejecutivo nacional para la extracción de minerales como oro, diamante y coltán, que se está realizando sin la consulta previa, libre e informada a los pueblos y comunidades indígenas y sin estudios de impacto socio-ambiental. Desde entonces varias masacres se han perpetrado en el 12 % (y más allá) del territorio asignado para este megaproyecto.

Según las notas de voz y los informes de los pobladores que recibimos en la redacción de la revista SIC, a la 1:02 am del sábado 23 de noviembre de 2019; la noche del viernes 22 de noviembre de 2019 llegó un grupo armado a Ikabarú e inició un tiroteo al frente del negocio de Dany Tomedes, uno de los habitantes del lugar. En las notas se confirma la muerte de un efectivo de la Guardia Nacional de apellido Perera, un indígena del pueblo pemón habitante de Manak Krü y otra persona aún sin identificar.

“Yo estaba en la Iglesia, la Iglesia que está al frente, eso fue donde Dany Tomedes,  ya ahí estaba el grupo de gente, y empezamos a escuchar tiros, y el desespero, y la gente corriendo, entonces hubo un muchacho que entró con un tiro en la cabeza hasta allá y todo,  y una muchacha que fue a dar esa información, un señor del aeropuerto me nombró a su hijo, me dijo que estaba en una esquina herido (…) Y ellos pasaron por el frente de la casa y dijeron ‘mire, llegó fulanito, un sindicato’ (…) después de eso anduvieron por todas la casas, buscando (…) Si era la autoridad no debieron llegar así porque mataron mucha gente, no pudo haber sido la autoridad, no pudo haber sido la autoridad…”

 

“(…) Si, pasó una desgracia aquí tremenda, hay una cantidad de muertos (…) Perera lo mataron, mataron a Báquiro, no se sabe si Erebys está muerto, el sobrino de Asdrúbal, no se sabe cuántos muertos hay, pero si, esa tragedia está aquí, dos muertos hay, todo fue verdad, todo fue verdad, fue verdad…”

 

“Ese muchacho venía casi muerto de lo asustado que estaba y dijo ‘yo me vine descalzo porque llegó el gobierno, ese poco de gente negrita, vestido de negro, disparando echando plomo’. Y el muchacho llegó muy asustando y allí se escucharon las ráfagas esas…”

 

“Eso fue a tiro de las siete de la noche. Irrumpieron, llegaron ahí de repente, en todo el frente del negocio de Dany Tomedes, y empezaron a disparar, bueno, Perera trató de defenderse, sacó el revólver y le dispararon…y Báquiro, que ya le habían disparado, salió corriendo, cayó junto a la Iglesia que está en la plaza…”

Una de las versiones apunta que el sindicato del Ciego (el que controla La Paragua) llegó para tomar el control de la zona de un hombre llamado Cristóbal quien mantiene el control de la mina La Caraota. Pero esta información no está confirmada. Los representantes del pueblo pemón insisten que lo que está pasando en las minas de El Callao, Sifontes y La Paragua ocurre en territorio Pemón de la Gran Sabana y que hay muchos reportes de la muerte de personas inocentes.

También agregan que a las 12:04 de la medianoche, un Toyota chasis largo pasó por el punto de control indígena Secorfront con efectivos de la Guardia Nacional hacia Ikabarú. Este último dato es importante porque complejiza aún más la situación y los pobladores se preguntan: ¿se trata de grupos armados asociados a sindicatos o son los propios funcionarios militares los que están perpetrando estas masacres para controlar la explotación aurífera en estos territorios?: “La Guardia Nacional tenían conocimiento de lo que iba a pasar. Hacemos esto de conocimiento público ante todas las instancias, la violación del derecho a la vida en Ikabarú, territorio indígena Pemón y el incumplimiento del gobierno venezolano de su deber de PROTEGER a sus ciudadanos indígenas y no indígenas”, apunta uno de los informantes.

El último reporte enviado desde el punto de control indígena Secorfront N° 6 a las 10 am recoge lo siguiente:

  • 2 testigos han confirmado que los hechos ocurrieron entre las 7 a 7:30pm del viernes 22 de noviembre 2019, frente el negocio de Dany Tomedes en el pueblo de Ikabaru.
  • Según los informes extra oficiales que estamos recibiendo van 8 muertos.
  • Señores y señoras vamos a dar seguimiento a estos hechos. No lo van a esconder ni van a justificar esto con lo de “pelea entre bandas” para seguir matando a personas inocentes. ¡El derecho a la vida es sagrada!

En el informe se aclara que los hechos no ocurrieron en una mina y que no hay ninguna niña entre los fallecidos, con ello desmienten algunas informaciones publicadas en varios medios de comunicación nacional. Del mismo modo, denuncian que en horas de la mañana de este sábado los guardias nacionales les estaban quitando los celulares a los pobladores en Ikabarú, al parecer querían evitar que fotografiaran los cadáveres que aún permanecían en las calles.

Al cierre de esta nota (4:40pm) los representantes del pueblo pemón informan que se ha perdido comunicación con la comunidad de Ikabarú. La última información que se tiene es que a la comunidad estaban entrando cinco carros pertenecientes al Ejército y un helicóptero de Corpoelec. Lo que recuerda el patrón de la masacre ocurrida el 8 de diciembre de 2018 en la comunidad de Canaima y la brutal represión perpetrada entre el 22 y 24 de febrero de 2019 en el marco de la entrada de la ayuda humanitaria. Ambas ejecutadas por agentes del Estado venezolano.

Estos asesinatos ocurren en un contexto de auge de la minería en el sur de Venezuela promovida por Nicolás Maduro, desde el Ejecutivo Nacional.

 

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Minerva Vitti

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