La Organización Sembramos Todos, conocida por sus actividades de reforestación en los estados Aragua y Carabobo, ha denunciado por sus redes sociales cómo en Maracay y otras regiones de los valles de Aragua, se están realizando talas intensivas de árboles con el objetivo de satisfacer la demanda de leña de las comunidades.
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Los puntos señalados con evidencia fotográfica en la avenida Las Delicias, a escasos metros de la IV División y Guarnición de Maracay, en donde además se evidencia el uso de las ramas y la madera para vender como leña. Denuncian además la presencia de motorizados con motosierras encargados de realizar las talas y el transporte de la madera. Lo más grave es que esto ocurre a plena vista de las autoridades que no se inmutan ante el delito que se comete en sus narices.
Los parques tampoco se salvan, así se ha denunciado en el Parque Metropolitano de Maracay, el cual a pesar de permanecer cerrado al público, es presa de los taladores y comerciantes de leña. Es importante poner ojo a esta situación, de inescrupulosos que talan árboles en la ciudad y parques para luego lucrarse de estos, buscando dinero fácil y aprovechándose de la crisis de gas y electricidad.
Igualmente señalan en su cuenta de twitter cómo un Samán en la autopista regional del centro ha venido siendo talado poco a poco, evidenciándose en las fotografías tomadas por la misma organización, con el mismo objetivo, transportar la madera a las casas para su uso como leña.
De esta forma árboles emblemáticos de los valles de Aragua están siendo presa del desespero y la necesidad de los habitantes de la región por hacerse de medios para cocinar. Esta situación se podría verificar en todo el país, poniéndose en grave riesgo la menguada capa forestal que aún queda en las montañas, incidiendo en la salud de las cuencas hidrográficas.
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La crisis del gas, que en Caracas se agudiza, pero en el interior tiene más de un año en una situación de insostenibilidad, unida a los frecuentes apagones, haciendo inviable la alternativa de cocinar por medios eléctricos, obliga a que no sólo las áreas rurales deban usar leña para cocinar, sino también en las zonas urbanas de gran tamaño como es la propia Maracay, uno de los centros poblados más grandes del país.
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